A veces
mientras menos fe pensamos que estamos teniendo, debido a que las situaciones de
adversidad en nuestras vidas no mejoran, ahí, justo ahí en nuestra angustia,
mientras clamamos y clamamos a Dios para que nos escuche, pensando que somos muy
débiles en la fe porque otros prosperan en todo y nosotros no, ese es el momento en que
Dios nos está viendo con agrado, con mucho más agrado del que ve al que erróneamente
piensa que está bien porque el infortunio no ha tocado a su puerta, aunque su
conducta no sea la correcta según el estándar de Dios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario