Si una persona no quiere mantener una amistad
cercana contigo por motivo de tu íntima relación con Jesús, porque esa relación
tuya con Dios no la entiende, le incomoda y la considera “extraña”, cuídate.
Quien no te ame porque tú amas a Jesús, no merece que tú hagas nada que pueda
poner en peligro tu relación con Jesús, con el fin de ganar su amistad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario