Qué sabe
nadie sobre la condición personal, ya sea económica o espiritual, de cada cual. He visto ricos más humildes que algunos
pobres, y a pobres ser más generosos que muchos ricos, y también he visto personas que aparentan ser
carnales y son más espirituales, a juzgar por sus acciones, que muchos que son espirituales
de renombre. Aquí nadie sabe nada, así
que no juzguemos y sirvámosle a Dios con humildad y sinceridad.
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