Todos los
hermanos y hermanas en la fe que conozco bastante bien, tienen profundos
problemas personales de todo tipo, y luchas que a veces son espeluznantes. No pienses que tú eres el único, o la única, todos
estamos en el mismo bote. Ahora, eso sí,
con los años los problemas frecuentemente crecen, pero nuestro conocimiento de
Dios también, y no hay nada, absolutamente nada, que Dios no pueda
resolver. Y si el problema no se
resuelve, Dios cambiará tu corazón y te dará paz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario