La protección de Dios es grande y sublime y abarca mucho más de lo que te puedas imaginar. Si te llenas de Jesús, si te acercas a Él y permites que su Espíritu Santo te sature, su protección automáticamente te cubrirá, abarcando incluso a los tuyos, porque Dios, cuando entra en una relación de amistad con una persona, extiende su Gracia a toda su familia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario