jueves, 29 de noviembre de 2012

Una palabra de esperanza

A veces me pregunto si en nuestro afán de discernir el llamado de Dios a nuestras vidas olvidamos que ya Jesús nos dio a entender que debemos escuchar el llamado de los hombres.  Al menos eso pensé hoy temprano, mientras durante mi devocional meditaba en lo que Jesús nos dijo en cuanto a mirar “los campos, porque ya están blancos (entiéndase listos) para la siega.”  Así que, hermanos, si no detectamos un llamado específico de parte de Dios para “X” o “Y” ministerio, entonces debemos alzar nuestra mirada para ver si, viendo la situación de desesperanza actual del mundo, recibimos en el proceso un llamado por parte de la humanidad (los campos) que espera por nosotros a que le llevemos una palabra de esperanza, a saber, la salvación que Jesús les ofrece mediante la fe en Él, quien puede perdonar nuestros pecados, limpiar nuestras conciencias y darnos gozo y paz aquí en la tierra y vida eterna en el Cielo.

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