martes, 13 de noviembre de 2012

Mira a ver bien por dónde caminas

Los otros día les conté que me llevé un leve pasme porque no le presté atención a mi hijo mayor que vino a interrumpirme mientras yo escribía una reflexión porque quería que yo escuchara una canción en Youtube, que luego resultó ser muy edificante y me llevó a pedirle perdón porque más razón tenía él que yo.   Esta noche pasó algo parecido, porque entró y me interrumpió nuevamente de sopetón, pero ahora no reaccioné, porque poco a poco y a golpes voy aprendiendo.  Se paró delante de mí, me miró, lo miré sin hablar, y abrió la boca: “Papi, dónde está el texto bíblico que dice ‘Jehová es mi pastor’”.  Respiré profundo de alegría, por la pregunta y por mi dominio propio, y le dije: “En el Salmo 23.”  Entonces le recité parte del salmo y me alegré porque pude responderle y darle el ejemplo.  Cuando salió de la habitación me acordé de algo que había leído recientemente a los efectos de que un papá le dijo a su hijo pre-adolecente: “Mira a ver bien por dónde caminas.”  Y el muchacho le respondió: “Mira a ver bien por dónde caminas tú papá, porque yo estoy siguiendo tus pasos.”

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