El día de
las elecciones, el 6 de noviembre de 2012, cumplí 40 años de bautizado. Cosas importantes sucedieron en mi vida el
martes, las cuales me indican que ya estoy a punto de salir del desierto. Pronto saldré de este túnel en el cual entré
hace casi 7 años. Siento la victoria
como el campesino que escucha el sonido del aguacero que se acerca, el cual
traerá bendición y crecimiento para su sembrado. Oigo las gotas, huelo la fragancia de los
minerales humedecidos y mi corazón se conmueve de alegría porque Dios, como
siempre hace, demostrará su amor y misericordia poniéndome de pie y dándome nuevas
fuerzas para la encomienda que me tiene para esta etapa de mi vida. Bendito sea Jesús que nunca nos abandona.
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