A veces
pensamos que la soledad promueve la edificación espiritual, pero cuando estamos
solos también nos exponemos a las más peligrosas de las tentaciones, las que comienzan
en nuestra imaginación. Ten cuidado
cuando estés solo. Acuérdate que Él está
siempre cerquita de ti. Así que si Dios
está ahí contigo, por qué desperdiciar la oportunidad. Habla con Él en tu soledad y de esa forma
evitarás darle riendas sueltas a tu imaginación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario